viernes, 7 de junio de 2013

8.

Me das la vida o me la quitas, noches en las que recordarte se vuelve rutina acompañadas de un sin fin de recuerdos rondando mi almohada, no pido mucho tan sólo poder llegar a mi cama cerrar los ojos y dormir en paz, poder recordarte por casualidad y de inmediato distraerme con cualquier suceso del día.
Tan poco pido demasiado, poder despertar y pensar lo que cualquier persona piensa como el qué desayunar, lo duro que será el día, si hará un precioso sol o si la lluvia volverá a empapar la ciudad.
Esto se me va de las manos, ahora mismo lo estoy haciendo, mientras escribo cada una de estas palabras en mi mente solo hay un pensamiento el mismo que habita a lo largo del día, de la noche, incluso en sueños que es mi esperanza la única manera de controlar lo que ronda mi subconsciente, donde para variar sigues ahí tan presente.
Quizá la única vez que me recuerdes sea cuando mencionan mi nombre por casualidad, seré un breve recuerdo que se te pasa por la cabeza como cuando ves un coche pasar, lo ves  en ese mismo instante sólo tienes su imagen en la cabeza sin importancia alguna , hasta que lo pierdes de vista y sigues tu camino como si nada hubiera pasado, no te afecta en absoluto total era un simple coche uno más.