mis manos, eran fuertes, pero mis rodillas eran demasiado débiles
como para sostenerme en tus brazos sin caer a tus pies.
Cuando me tumbaba contigo podría haberme quedado ahí para siempre,
cerrar los ojos, sentirte aquí para siempre, tu y yo juntos, nada podría ser mejor.(Adele.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario